¿No te parece agotador tener que luchar día a día por ganar nuevos clientes?
Y no, no me mal entiendas. No hablo de que dejes de salir en búsqueda de más negocio para tu MARCA. De lo que hablo es de la tediosa, agotadora y descorazonadora labor de tener que salir a buscar clientes todos los días porque los que hiciste el día de ayer, hace un mes o hace un año nunca regresaron a ti.
Te pongo un ejemplo: según el Instituto Mexicano para la Propiedad Industrial (IMPI) en México existen más de Un Millón de marcas registradas. Te invito a que en un rápido ejercicio mental puedas mencionar a diez de ellas. Sí, diez marcas con las que tú te relaciones constantemente y por las que sientas aprecio, cariño.
¿Llegaste a mencionar diez? Posiblemente y ¿sabes qué es lo peor de todo? Que no mencionaste a TU PROPIA MARCA. Vuelve a leer. Te pedí que mencionaras diez marcas con las que te relacionas y por las que sientes cariño.
Dura realidad, ¿cierto?
Pero no te sucede sólo a ti. A un gran número de empresarios, emprendedores y dueños de negocio les sucede lo mismo. ¿Por qué? Porque no estamos acostumbrados a crear MARCAS PODEROSAS que creen relaciones de largo plazo con sus clientes.
La situación actual, las presiones económicas y la operación diaria hacen que te olvides de tu MARCA y de su importancia para generar clientes fieles.
Cómo cultivar la fidelidad de tus clientes
Primero siendo consciente de que es eso, un cultivo. Y para cultivar antes hay que sembrar. Y para sembrar primero hay que preparar la tierra.
Sé que en la red te puedes encontrar contenidos que te hablan de cómo crear fidelidad con los clientes, pero muy poco te dicen lo que necesita hacer tu MARCA antes de siquiera intentarlo.
Por favor, toma en cuenta lo siguiente:
¿Por qué las marcas fracasan en sus esfuerzos por cultivar la fidelidad de sus clientes?
No es falta de esfuerzo. En muchas ocasiones tampoco se debe a una mala estrategia.
Tampoco es que tengan deficiencias de calidad o servicio. Lo que sucede en la mayoría de los casos es que la organización no está preparada para mantener relaciones de largo plazo con los clientes.
Sólo las MARCAS FUERTES, QUERIDAS y ADMIRADAS tienen una relación de fidelidad con sus clientes.
Así que antes de invertir tu tiempo, dinero y esfuerzo en lanzar estrategias de fidelización pregúntate si tienes una MARCA con la que tus clientes se quieren relacionar.
Si no es así el trabajo de CULTURA DE MARCA deberá de iniciarse desde tu interior, tanto personal como empresarial. ¿Recuerdas el ejercicio del inicio de este post? Dentro de las marcas por las que sentías cariño no mencionaste a la tuya. Y hazte esta pregunta: ¿Cómo mis clientes van a sentir cariño por mi marca cuando ni siquiera yo lo siento?
La buena noticia es que puedes revertir esta situación desde este instante. ¿Por qué? Porque el amor que sientes por tu marca sigue existiendo, es solo que se ha ocultado por estar presente en la lucha diaria para conseguir clientes nuevos.
Cómo trabajar la CULTURA DE MARCA en tu empresa o emprendimiento.
a) El primer paso es que vuelvas a sentir la emoción que generó en ti la sola idea de crear un nuevo producto o servicio, o el hecho de iniciar un negocio a través del cual lograrías convertir tus sueños personales, empresariales y familiares en metas cumplidas.
Es necesario que tú seas la primera fuente de cariño hacia tu marca para que naturalmente puedas transmitir esa sensación a todos los que te rodean.
b) Asegúrate de compartir tus sueños de MARCA con todas las personas. Con colaboradores, amigos, familiares, conocidos y desconocidos. Una MARCA que emociona podrá fácilmente generar fidelidad entre sus clientes.
c) Hazte de una metodología de MARCA para que todos los que colaboran contigo tengan total claridad del camino a seguir. Las bases de tu marca, lo que más te gusta de ella y aquello en lo que es extraordinaria (y que nadie más puede hacer) son los pilares sobre los que se construirá su poder.
d) Ocúpate sinceramente de las personas porque tus clientes son eso, personas, no números en tu lista de ingresos. Hazles saber que en verdad te interesas por ellos, por los problemas que tú les puedes resolver a través de tu marca y por aportarle valor a su vida.
Créeme que es mucho más sencillo de lo que parece pero para lograrlo sí o sí, tú como creador de la MARCA debes de sentir lo que representa y en verdad creer en su gran valor para que tu entusiasmo permeé a toda tu organización y después a tus clientes. Así, sin mayor esfuerzo tendrás clientes fieles que te ayudarán a cumplir todos tus sueños.
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